“Sólo una vida dedicada a los demás merece ser vivida.” Einstein
No importa cuantos años luz esté una estrella, para que nuestros ojos miren su luz. No importa cuan oscuro esté un cielo nocturno, para saber que ellas están allí. Porque por miles de años nos han regalado un gran espectáculo, que apenas nuestros ojos logran captar un pequeño porcentaje de los millardos de soles que hay en nuestro universo.
Es perfecta la creación de Dios, que es capaz de brindarnos tanta belleza, a pesar que muchos de esos soles ya no existen, pero su luz aún nos llega, porque es tan infinita su distancia, que cuando ésta mueren, somos capaces de captar eternamente su presencia.
Hablo de las estrellas, porque existen seres humanos, que en vida brillan y como una de ellas, emanan tanta luz, que iluminan y tocan la vida de los que están alrededor. Cuando una persona de tan magnitud se va de nuestro plano terrestre, es tan grande su energía, que siempre brillará, haciendo sentir su presencia, su legado, sus huellas.
Ha fallecido una gran estrella. A pesar de dejar un gran vacío en la sociedad nicaragüense, como en el plano cultural y magisterial. Pues dedicó toda su vida a la actuación y fue maestra, de lo que hoy en día son elementos valiosos, en la dramaturgia nacional.
Como una gran estrella, su fuerza de gravedad era tan fuerte, que todo lo que se movía a su alrededor, lo hacía con gran armonía. Ejerció muchos roles en su vida, como directora, actriz, promotora, profesora y empresaria teatral. Fundadora y pionera del teatro nacional. Y el Teatro Nacional Rubén Darío, fue testigo de todas las obras puestas de escena, donde ella era actriz y directora.
Doña Socorrito, como la mayoría la llamaban, era una pequeña mujer, de ojos celestiales, que inspiraba ternura, confianza y seguridad. Mientras no estaba en su amado teatro, donde fue directora y compartía su arte, con todos sus discípulos. Estaba recorriendo los corredores da la Universidad del Valle, quien más de doce años, fue la rectora de esta entidad de educación. Su pasión no sólo era para la dramaturgia., se empeñaba con ahínco en mantener todo en orden. Su pasión y amor, la llevó a conducirse antes los estudiantes, como una guía en el camino.
El amor que le tuvo a nuestro Rubén Darío, la llevó a fundar una cátedra en la universidad, donde religiosamente se estudia a profundidad, las obras de este gran poeta. Lo cual la llevó a emprender el Teatro-Taller universitario, donde se impartían los programas y una cartelera que anunciaban sus obras.
Evidentemente, ella fue una ventana abierta a un mundo nuevo, donde mezclaba su sabiduría nata, su educación intelectual y sus propias experiencias, complementándolas para lograr un buen resultado en todo lo que ella tenía trazado como meta.
Video subido por la Fundación Los Pipitos
"Feliz el hombre a quien al final de la vida no le queda sino lo que ha dado a los demás." Armando Fuentes Aguirre
La pasión al teatro, empezó desde que ella era una niña. Puso en escena cerca de 50 obras. En los años sesenta fundó la Escuela de Declamación y Teatro; cinco años después, la Comedia Nacional. Realizó estudios en el Conservatorio del Arte Dramático, de Madrid. Fundó la Comedia Nacional. En los años ochenta fue Directora General del Teatro Nacional Rubén Darío.
Además, fue profesora en la Universidad Nacional Autónoma de Managua y Rectora de la Universidad del Valle de Managua.
En enero de 2010 el Centro Nicaragüense de Escritores (CNE) le otorgó una placa de reconocimiento por sus aportes a la literatura nacional. Como directora ha dirigido unas 45 obras y como actriz ha trabajado en más de quince.
Entre estas actuaciones sobresalen «Los árboles mueren de pie»,de Alejandro Casona, papel que interpreta junto a la gran actriz dramática Blanca Amador.
Fue fundadora de teatros experimentales como el del Ramírez Goyena, el Miguel de Cervantes, el del Colegio Faure, así como de grupos universitarios.
Indiscutible pionera del teatro para niños, cuando en Nicaragua no existía la proyección de este género.
«El gato simple», «Pelusín Frutero», «Fiesta de Juguete», «La Cenicienta», «Caperucita Roja», «Las pasadas de Tío Conejo y Tío Coyote», son algunas de las obras infantiles, que ha llevado a escena esta gran promotora del teatro infantil, que ha creado un público que domingo a domingo llenaba la Sala
Estudió y se graduó en la Cátedra Tirso de Molina, siendo una de las alumnas más sobresalientes, y dejando en España el nombre de Nicaragua en alto.
"Alégrate de la vida porque te da la oportunidad de amar, trabajar,jugar
y mirar a las estrellas." Henry Van Dyke
Dirigió obras de gran contenido humano y social como «El Amante» del inglés Harold Pinter, «Living Room» de Graham Green, «Antígona, de Jean Anouild, «Proceso a cuatro monjas», de Vladmiro Cajoli, «La Asamblea de las mujeres», de Aristófanes, siendo una de las mejores escenografías de Comedia Nacional de Nicaragua, y «Judas», un montaje extraordinario del monólogo de Enrique Fernández.
Otra gran actuación es en su papel de Belisa, en «Las mujeres sabias de Moliere», estrenada en 1982. Otro personaje de gran contenido dramático es el que hizo de Tía Isabel, en la obra «Los maridos engañan de 7 a 9», en el año de 1960, obra que se presentó en la Sala de Bellas Arte.. Así también la vemos de Obalisca, en una representación en España. Amante del teatro universal, ha interpretado personajes de difícil creación dramática como es el caso de «El jardín de los cerezos», de Chéjov o «La casa de Bernarda Alba», de García Lorca.
Era una mujer excepcional, con un carisma inigualable. Sólo un alma de esa magnitud puede unirse a otra similar, compartiendo así toda su vida, con su esposo Octavio Robleto. Al igual que ella, ha dejado huella indeleble en nuestro país, pues dedicó toda su vida al arte, siendo un renombrado poeta, con un sinnúmero de premios en poesía. Don Octavio falleció a los 74 años, el 8 de octubre del 2009. Para ella, su partida fue muy triste, sin embargo continuó con su labor magisterial y artístico, como él así lo hubiera deseado, pues compartían la misma pasión.
Los medios de prensa, ya han escrito sobre el legado que esta personalidad dejó en el país. Su recorrido fue tan grande, que son incontables las experiencias profesionales, que muchos estuvieron involucrados en su obra. Sin embargo, otros la conocimos en otro plano, como el amor maternal que evocaba a sus alumnos, el de amiga y protectora.
"Todos vivimos en el cielo, pero algunos elevamos los ojos hacia las estrellas." Óscar Wilde
El 1 de diciembre del 2010 fallece Socorro Bonilla. El teatro Rubén Darío fue testigo por décadas, de las risas de esta impresionante artista, de los aplausos y ovaciones que provocaba en el público que la seguía. Quizás en algunos fracasos que sólo ella podía experimentar y se levantaba airosa ante la puesta en escena de una exitosa obra. Fue su amado teatro, quien logró compartir sus últimos suspiros, donde realizaba sus labores artísticos.
“La dama del teatro”, como era llamada, dio lo mejor de sí. Y como una magistral obra llevada al escenario, Su último acto, será inolvidable, como si ella así lo hubiera planeado. Se ha cerrado el telón. A partido una gran estrella, sin embargo brillará por siempre, a la luz de la eternidad.
Descanse en paz.
"Como un día bien empleado procura un dulce sueño, así una vida bien utilizada, conduce a una dulce muerte." Leonardo da Vinci
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